Cuidados de Enfermería durante el Puerperio

En acorde a la Norma Oficial Mexicana NOM 007 SSA2 2016; Para la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y de la persona recién nacida, puerperio es definido como al período que sigue a la expulsión del producto de la concepción, en el cual los cambios anatomo-fisiológicos propios del embarazo se revierten al estado pregestacional. Tiene una duración de seis semanas o 42 días.
Se puede clasificar al puerperio en virtud del tiempo establecido desde el momento del parto.
  • Puerperio inmediato, al periodo que comprende las primeras 24 horas después del parto.
  • Puerperio mediato, al periodo que abarca del segundo al séptimo día después del parto.
  • Puerperio tardío, al periodo que comprende desde el octavo día hasta los 42 días después del parto.
En esta etapa ocurren algunas adaptaciones fisiológicas y comportamentales complejas en las mujeres, caracterizadas por los fenómenos involutivos, por el establecimiento de la lactación, por la adaptación psicológica de la madre y por el establecimiento de la relación madre-hijo y familiares. Ante ello, la mujer cursando cualquier etapa del puerperio requiere cuidados de forma integral para garantizar bienestar físico y emocional, demandando una red de cuidadores, formada por la familia y los servicios de salud.
La atención del periodo postparto inmediato se realiza con vigilancia de signos vitales, involución uterina y sangrado transvaginal.
Vigilancia hemodinámica.
En la primera hora del puerperio, se revisa a la paciente cada 15 minutos, vigilando el comportamiento de la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, presión arterial, temperatura, llenado capilar, hemorragia transvaginal, el tono y altura del útero y el reinicio de la micción espontánea.
Posteriormente, se revisará cada 30 minutos hasta completar las 2 primeras horas del puerperio y luego entre 4 y 8 horas de acuerdo a su evolución hasta su egreso.

Involución uterina.
La altura y la firmeza del fondo uterino deberá evaluarse cada 15 minutos la primera hora, cada 30 minutos en la segunda, posteriormente cada hora durante 4 horas, y por último cada 4 por 24 horas.
Sangrado trasvaginal (loquios).
El personal de salud deberá monitorear el sangrado transvaginal durante las primeras dos horas del postparto y el estado de la episiotomía si se realizó. Es de importancia que se deba cuantificar la pérdida sanguínea durante el puerperio para identificar posibles complicaciones. Recordar que la pérdida sanguínea después de un parto vaginal debe ser menor  500 ml, y en caso de haberse realizado cesárea la pérdida sanguínea debe ser menor a 100 ml; ambos en las primeras 24 horas.
Ante ello, y mediante elaborados estudios, se ha demostrado que la oxitocina durante el puerperio producen contracciones uterinas y disminución del sangrado postparto. Además, alguna otra ventaja sobre su empleo radica en disminuir la ansiedad, aumentar la tranquilidad y su receptividad social.
Por otra parte, mediante el masaje uterino; efectuado con movimientos de compresión suave en forma repetitiva por medio de una mano en la parte inferior de la mujer puérpera; estimula la producción de prostaglandinas favoreciendo la contracción uterina y a una pérdida menor de sangre.
  1. Loquios hemáticos: Primeros 3 días postparto.
  2. Loquios sero-hemáticos: Del 4 al 10 día.
  3. Loquios serosos: Disminuyen conforme pasan los días.
En caso de episiotomía.
Elaborados estudios pertinentes arrojan información acerca del dolor postparto; en especial el dolor perineal, determinado por varios factores incluidos ser primigesta, contar con algún nivel de desgarro, o la instrumentación en la atención de parto. Es por esto que se debe valorar la presencia de dolor perineal con previa identificaciones sobre la etiología, para prevenir en medida sobre la problemática, y prevenirlo mediante asistencia farmacológica (paracetamol a dosis entre 500 y 1000 mg)  y de confort.
En estudios descriptivos, se denota que las mujeres primíparas requieren mayor información sobre los puntos de sutura y episiotomía posterior al parto. Además de brindar capacitación acerca de los cuidados pertinentes a la herida quirúrgica, se ha encontrado beneficios al emplear compresas de hielo durante 10 a 20 minutos como agente terapéutico, pues reduce la temperatura del organismo con posterior alivio del dolor y reducción del edema en la zona del trauma perineal.
Lactancia materna.
Inicio de la lactancia materna exclusiva a libre demanda dentro de los primeros 30 minutos de vida de la persona recién nacida, en mujeres y recién nacidas/os cuyas condiciones de salud lo permitan; así lo demanda la NOM 007 SSA2 2016.
Al tener contacto inmediato entre el binomio madre-hijo, se asocia con efectos benéficos para la lactancia durante el primer al cuarto mes de vida. De hecho, estudios han demostrado que los niños colocados inmediatamente posterior del parto.
Nutrición.
La alimentación debe ser completa, idealmente hiperproteica. Después de una operación cesárea la realimentación debe ser gradual hasta la evacuación intestinal. En lo posible, debe evitarse la ingesta de alimentos irritantes.

Estado emocional.
Mediante una revisión sistemática se ha demostrado que el contacto piel a piel entre el binomio madre-hijo es importante estimulante vagal que libera oxitocina (la cual produce incremento de la temperatura materna), que favorece la proporción de calor el recién nacido, incrementa lazos de vínculo afectivo, y gradualmente interfiere con el estado anímico de la madre.
El contacto precoz entre la madre y el recién nacido se asocia con un acortamiento de la duración del llanto, mejora la estabilidad cardiorespiratoria del recién nacido. Por otro lado debe entenderse que el dolor presentado durante el trabajo de parto y la resolución del mismo conlleva la probabilidad de presentar sentimientos de ansiedad e incompetencia, interfiriendo a su vez en su autocuidado y la atención hacia el recién nacido.
Micción espontánea.
En el puerperio temprano, hay un aumento de la diuresis debido a la reducción del compartimiento extracelular. Es muy importante la vigilancia de la evacuación de orina durante éste período ya que pueden ocurrir los siguientes problemas: Hematuria: debido a traumatismo vesical en el proceso del parto. Retención urinaria: El traumatismo vésico-uretral que acompaña al parto puede producir edema del cuello vesical y de la uretra que dificulta la evacuación de la orina. Por otra parte, las anestesias de conducción suelen provocar hipotonía de la vejiga con la consecuente retención urinaria. En algunas oportunidades es necesario recurrir a la cateterización vesical continua o intermitente.  Infección urinaria: Se produce habitualmente como consecuencia de la retención urinaria y de las maniobras de cateterización.
Evacuación intestinal
En el postparto, al disminuir el tamaño uterino y la presión intraabdominal, se reubican las vísceras del tracto gastrointestinal. En la primera semana persiste discreta atonía intestinal por persistencia de la acción relajadora de la progesterona placentaria sobre la musculatura lisa intestinal. Posteriormente aumenta la motilidad intestinal.
Deambulación.
Recomendar a la mujer cursando por cualquier etapa del puerperio la deambulación disminuye notablemente la tromboembolia venosa, la cual es de riesgo durante el postparto ya que en este periodo se produce un aumento de la actividad fibrinolítica del plasma y de toda la sangre.Debe levantarse precozmente, durante las primeras 12 horas después de un parto vaginal y las primeras 24 horas después de una cesárea. Con ello se evitan complicaciones urinarias, digestivas y vasculares favoreciendo el adecuado drenaje de los loquios.
Debe mantener reposo relativo la primera semana postparto y actividad moderada hasta los 15 días.
Contracciones (entuertos).
Se originan por las contracciones uterinas intermitentes y son más frecuentes en las multíparas. En ocasiones, son suficientemente intensos como para recurrir a la analgesia. Se notan sobre todo cuando el niño succiona, debido a la liberación de oxitocina, lo que favorece la involución uterina.
Higiene
Debe bañarse en forma habitual. El aseo genital debe realizarse después de cada micción . En los primeros días postparto, el aseo de la episiotomía debe realizarse con agua más un jabón antiséptico no irritante para luego cubrir la zona perineal con un apósito limpio. No deben efectuarse duchas vaginales en este período.
Datos de alarma.
Los datos de alarma durante el puerperio son fiebre, taquicardia, sangrado abundante ( >500 ml en 24 horas), loquios fétidos, disuria, datos de infección en la herida quirúrgica, dehiscencia de herida quirúrgica, eritema, edema, secreción y mastitis.Es de vital relevancia hacer llegar la información a la madre y familiares, para que reduzcan complicaciones tempranamente.

Fuentes bibliográficas.
  1. Chávez AM, Pin GM, Venegas GR, Contreras LS, González GM, Intervenciones de enfermería durante el puerperio fisiológico. Resumen de evidencias y recomendaciones. México. Secretaría de Salud, CENETEC, 2015. Recuperado de: http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/SS-753-15-puerperio-fisiologico/753-GER.pdf
  2. Diario Oficial de la Federación. Norma Oficial Mexicana NOM 007 SSA2 2016, Para la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y de la persona recién nacida. México. Secretaría de Gobernación, 2016. Recuperado de: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5432289&fecha=07/04/2016
  3. Grupo de trabajo de la Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio. Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía; 2014. Recuperado de: http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_533_Embarazo_AETSA_compl.pdf

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