DEPRESIÓN POSPARTO







La depresión perinatal es especialmente importante porque se produce en un momento crítico en la vida de la madre, su bebé y su familia. Si no se trata a tiempo, puede dar lugar a un efecto prolongado y deletéreo sobre la relación entre la madre y el bebé y sobre el desarrollo psicológico, social y educativo del niño. La relación entre la madre y su pareja también puede verse afectada negativamente.

La depresión posparto afecta hasta al 56% de las mujeres latinas residentes en México y Estados Unidos durante los primeros 4 meses tras el nacimiento de su bebé. Su incidencia mundial es del 15%. Se asocia a suicidio y filicidio, y el primero es una de las causas más importantes de muerte materna durante el período perinatal. Datos recientes del INPer mencionan que en México ocho de cada diez mujeres embarazadas pueden padecer depresión posparto leve.





Prevalencia de la depresión posparto en Arequipa, Perú.


Psicológicamente, el parto conlleva un elevado nivel de estrés, que puede degenerar en trastornos adaptativos, trastornos de personalidad y trastornos del estado del ánimo. Según Jadresic, más del 40% de las mujeres sufre de síntomas depresivos y ansiosos inespecíficos, y entre un 10% y 15% sufren trastornos depresivos propiamente dichos.

La depresión postparto es el desarrollo de depresión en la madre luego del nacimiento de su hijo, y se caracteriza por llanto, desánimo, sentimientos de incapacidad para enfrentar el rol de madre, y suele durar entre 6 y 8 semanas, o llegar incluso hasta un año. A pesar de lo grave en que se puede tornar solo el 20% recibe tratamiento, debido a que, en muchos casos, la madre no la reconoce como un problema.



La depresión posparto no tratada se asocia con efectos perjudiciales en el desarrollo infantil. El desarrollo cognitivo, emocional, social y conductual del niño puede verse afectado tanto a corto como a largo plazo. Las madres deprimidas dan más respuestas negativas y menos respuestas positivas en las interacciones con sus hijos. Se ha demostrado que las madres que padecen depresión posparto representan una influencia negativa durante el primer año de vida en los bebés en cuanto al conocimiento de idiomas, el desarrollo social y emocional y los cocientes de inteligencia.

En estudios de cohorte, la depresión se ha asociado con riesgo neonatal, muerte fetal, muerte neonatal o síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), y muy bajo peso al nacer (menos de 1 500 gramos)

Los factores de riesgo de la depresión posparto incluyen, además, historia previa de depresión, falta de soporte social, pobreza, violencia familiar, dificultades en la relación de pareja, historia de aborto previo, ambivalencia en relación a la gestación y ansiedad con respecto al bebé.


Este estudio descriptivo estuvo conformada por 113 madres puérperas (entre los 45 días y las 6 semanas después del parto). Los criterios de inclusión fueron ser madre puérpera, que no tuvieran antecedentes psiquiátricos y que desearan participar voluntariamente en el estudio.

Las herramientas de encuesta (por ejemplo, la Escala de depresión posnatal de Edimburgo, el Inventario de depresión de Beck y la Escala de evaluación de depresión posparto) son ampliamente utilizadas para identificar a la depresión durante el período perinatal.

El instrumento utilizado fue la Escala de Depresión Posparto de Edimburgo, creada por Cox et all en 1987.








En el presente  se ha encontrado una elevada frecuencia (45,13%) de madres puérperas con síntomas de depresión posparto. Se encontró que el grado de instrucción se relaciona negativamente con la depresión posparto entonces también se concluye que el grado de instrucción se encuentra fuertemente asociado al nivel socioeconómico.

Por otro lado, no se encontró diferencia en función del tipo de parto, a pesar de que algunos estudios señalan que las madres que han dado a luz por cesárea presentan niveles menores de oxitocina, mostrándose menos sensibles a las demandas de sus bebés, y con mayor riesgo de tener depresión posparto. Sin embargo, otros estudios señalan que aún en la cesárea, si se induce el parto con oxitocina, dicha práctica es beneficiosa tanto para la madre como para el bebé.

Ahora bien, el hecho de que las madres evaluadas durante el puerperio hayan tenido niveles altos de depresión posparto, merece especial atención por las implicancias que pueden tener en los neonatos. Es importante, desarrollar programas de intervención que brinden orientación a las madres después del parto y fortalecer de los vínculos entre la madre y su bebé.




La escala consta de 10 ítem con cuatro opciones de respuesta de 0 a 4 puntos. Un puntaje menor a 10 indica que no hay riesgo de depresión posparto, un puntaje entre 10 y 12 indica que hay riesgo de depresión, mientras que puntajes superiores a 12 indican que existen síntomas de una probable depresión posparto.




BIBLIOGRAFÍA


  • Caparros-Gonzalez R, Romero-Gonzalez B, Peralta-Ramirez MI (2018) Depresión posparto, un problema de salud pública mun-dial [carta]. Rev Panam Salud Publica.;42:97 doi: https://doi.org/10.26633/RPSP.2018.97

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